El director técnico de la selección canadiense, Jesse Marsch, sorprendió a todos con una insólita solicitud tras la derrota de su equipo ante Argentina por 2-0 en la primera fecha de la Copa América. A pesar de elogiar la actuación de sus jugadores y reconocer la calidad del equipo rival, Marsch expresó su descontento con un aspecto curioso del partido y pidió una sanción para la Albiceleste.
En una conferencia de prensa post-partido, Marsch manifestó su satisfacción por la performance de sus jugadores, quienes a pesar de la derrota, mostraron un rendimiento superior al esperado. “Tuvimos una gran actuación, creamos ocasiones, pero también tuvimos errores tontos en defensa”, comentó el entrenador. Además, elogió el talento de Lionel Messi, destacando su habilidad para crear oportunidades de gol. “Es tan bueno que sigue haciendo buenas jugadas. Los dos pases que dio en los goles fueron de clase mundial”, afirmó Marsch.
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No obstante, el entrenador canadiense no escatimó en críticas hacia el árbitro venezolano Jesús Valenzuela, quien según Marsch, no mantuvo un criterio uniforme a la hora de sancionar las faltas. Pero lo más sorprendente fue su insólito pedido de sanción para la selección argentina debido a un retraso en el inicio del segundo tiempo. “Argentina debería ser multada. ¿Ok? Multada. Escriban eso. Deberían tener una multa por salir veinte minutos tarde en el segundo tiempo”, declaró Marsch.
El entrenador justificó su petición argumentando que el retraso le dio a Argentina tiempo adicional para analizar y ajustar su estrategia. “Cuando estaban tardando, sabía que estaban mirando el video y analizando cómo querían jugar contra nosotros. Ojalá los árbitros pudieran gestionar eso. Si nosotros llegáramos cinco minutos tarde, tendríamos una multa y habría un gran problema”, señaló Marsch.
Según Marsch, el prolongado tiempo de espera afectó la preparación de su equipo para la segunda mitad del encuentro. “¿Cuánto tiempo tardaron ellos? ¿Veinte minutos? ¿Treinta minutos?”, se preguntó irónicamente, añadiendo que ese tiempo extra permitió a Argentina diseñar un nuevo plan táctico. “Si hubiésemos sabido que teníamos diez minutos más, nos habríamos preparado mejor. Más allá de eso, me aseguré de que mis jugadores supieran que ellos iban a idear un nuevo plan”, concluyó Marsch.