Se conocieron los indicadores de pobreza que publica el órgano oficial de la República Argentina. De acuerdo a lo publicado por el INDEC, la pobreza creció y alcanzó un 52,9 % en el primer semestre del año.
Los números apabullan, 11 % de indigentes y 40,4% de pobres en el conglomerado Neuquén-Plottier la metrópolis más importante de la Patagonia. Sede del proyecto de desarrollo energético más promisorio de los últimos 70 años. Esos números colocan a la provincia en un lugar casi de privilegio frente a otras regiones, apenas por debajo del conglomerado de CABA y La Pampa comprendida por Santa Rosa-Toay de acuerdo a la información oficial.
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Pero, sí a la capital de Vaca Muerta le va así, qué se puede esperar del resto de las provincias con una actividad económica en caída y con una proyección del FMI que anuncia que la recesión seguirá al menos por un año más.
La provincia, o su administración, lucha contra el imaginario de al menos 32 familias que a diario llegan a Neuquén creyendo que aquí está el paraíso para su realización familiar y social. La demanda se convierte en urgencias cotidianas que requieren respuesta en los servicios que se brindan desde el Estado.
Los ideales de aquel estado paternalista y protector quedaron atrás, una especie de retrostopía. Un lugar al que no se puede volver, solo se puede aspirar a la construcción de una nueva epopeya colectiva que fusione lo público y lo privado para dar vida a un modelo social que dé respuesta a las necesidades de esta época.
Hay un cambio de era y quienes se queden en la demanda de volver a viejos modelos se habrán perdido la oportunidad de subirse al tren de la historia. Contra esto último lucha el gobierno de Rolando Figueroa, afrontar la agenda de desarrollo, transformar el estado populista y ser asertivo en las políticas públicas. En ese río de aguas procelosas y traicioneras rema el gobierno de la provincia.
La inversión social
Al conocerse esta semana que la nueva sede del mundial de motocross no será Villa La Angostura, generó en cierto circulo social neuquino un revuelo de reproches, como que se perdía algo que había costado mucho conseguir. Y aparece aquí otra decisión, que no fue de ahora, del gobierno provincial, donde prioriza destinar recursos a otras disciplinas populares en lugar de invertir en eventos de deportes de élite. Lo colectivo versus lo elitista.
Aunque vale aclarar que la decisión de los organizadores tiene que ver con la falta de un predio adecuado en Villa La Angostura y la necesidad de ser subvencionados. En esto último el gobierno aclaró al inició de la gestión que tanto para el TC como para el motocross no iba a hacer aportes extraordinarios y que deberían autosustentarse.
En el caso del Turismo de Carretera quedó demostrado que fue acertada la decisión del gobierno. La apuesta por invertir en políticas sociales en lugar de los eventos vidrieras también es una muestra del cambio de modelo de gestión estatal.
Planes sociales, su causa
Mientras en la formalidad de la sustanciación de la causa, el tiempo es un aliado de quienes necesitan desinflarla, paradójicamente cobra impulso la leyenda que involucra a muchos de los actores políticos de alta jerarquías. Crece el mito que quienes están detenidos o figuran en los expedientes son los perejiles de una trama mucho mayor y que no podría haberse llevado a cabo sin la explicita anuencia de la plana mayor del gobierno de entonces y que esto, es un secreto que hasta las hormigas conocen.
La causa es una brasa caliente para quienes intervienen y dejarla correr puede ser un tiro en la pata. Hasta aquí la calle habla más que el expediente y ya se sabe que cuando las verdades populares se instalan, lo difícil que resulta llegar a la verdad verdadera. Que vaya sea de paso es lo que menos le interesa al poder.
Los interrogantes mayores son acerca de cómo será la salida de esta encerrona y si serán capaces las autoridades judiciales de brindarle al poder una salida decorosa. Para algunos la causa ya fue, ya hubo presos, responsables de llevar adelante el delito y hay que cerrarla sin grandes costos. Es decir, hacer como que hubo justicia y que lo pasado pisado.
Para el imaginario popular, la causa Desarrollo Social, como se la conoce, es un apriete entre viejos conocidos y nunca va a llegar a sentar en el banquillo a los verdaderos responsables. Tampoco jamás van a admitir que además de enriquecerse los funcionarios juzgados y figuras del gobierno, sirvió para financiar los sobres de determinado periodismo y bancar a punteros del aparato partidario.
Sin embargo, La omerta está a punto de romperse. y como dijo John Donne “por consiguiente, nunca hagas la pregunta por quién doblan las campanas; doblan por ti”.