Domingo 2 de Noviembre de  2025
PANORAMA POLÍTICO

Échale la culpa a Río

Luego de las legislativas, Milei gana oxígeno político y busca consolidar poder en un país convulsionado, mientras en Neuquén la disputa local reordena alianzas y marca su propio pulso.

Escrito en EDITORIAL el

Pasada una semana de las elecciones de medio término y ya con la intención de mejorar las cuestiones institucionales, el gobierno de Javier Milei disfruta de este segundo tiempo con ventajas.

Apenas 72 horas antes de las elecciones, desde Casa Rosada se especulaba que una derrota menor a 7 puntos a nivel nacional era una cuasi victoria. La seguidilla de escándalos, la caída de la imagen positiva del presidente y desaciertos en economía generaron la ilusión en opositores. La realidad fue otra.

Una campaña inédita en cuanto a lo que sucedió, inédita por la participación directa de un gobierno extranjero, no cualquiera, sino la principal potencia de occidente que hasta compró pesos argentinos en plena campaña para insuflar confianza en la gestión.

Un candidato en la boleta del primer distrito que no participó de la elección por supuesto financiamiento narco. Los principales armadores del gobierno sospechados de cobrar coimas y beneficiarse en licitaciones millonarias con trafico de influencias por sus posiciones expectantes dentro del Estado.

El resultado de las elecciones marcó un nuevo estado de cosas en Argentina, se venía viendo ese cambio respecto a la institucionalidad, el estilo de ejercer el poder de Javier Milei, la derechización del electorado, la siempre presente de tensión económica -dólar, inflación, empleo- que actúa sobre el comportamiento electoral y la perdida de fidelización de los electorados. 

Una oposición en crisis

Para intentar fundamentar lo sostenido en los párrafos anteriores hay dos opiniones sobre el nuevo estado de cosas que tienen autores intelectuales y a ellos recurrimos.

Rodrigo Zarazaga, sacerdote católico y politólogo sostenía antes de las elecciones de este domingo respecto de la crisis del kirchnerismo/peronismo  “Yo creo que lo que hubo no va a volver. Y creo que Cristina Kirchner también entiende eso. Que hay una clase dirigente que no puede deslindar responsabilidad. Algunos peronistas dicen: “Bueno, cuando fracase la antipolítica van a volver a buscarnos a nosotros”.

Yo creo que no. La sociedad ya no vuelve para atrás porque es una sociedad que cambió. Tampoco declararía muerto al peronismo. Es capaz de reciclarse. Pero si no se recicla, si no pasa por un proceso como el de la renovación peronista, le puede pasar lo que le pasó al PRI, que hoy representa al 18% del electorado mexicano, y para derrotar a López Obrador tiene que asociarse con el PRD y el PAN, que es su enemigo histórico”.

Y la segunda opinión es la que sostiene Jon Lee Anderson en un reportaje que brinda a Hugo Alconada Mon sobre la era política que estamos viviendo “más apremiante es el adueñamiento de lo que ahora se llama la plaza pública por los “Tecno Bros” [en alusión a los magnates de X, Facebook y Google, entre otras plataformas digitales]. Twitter, o ahora X, es la plaza pública para una gran mayoría del público. Esto ha desplazado al periodismo tradicional de los periódicos, la radio y la televisión.

Ante las embestidas contra la democracia por parte de Donald Trump y sus emuladores, y por parte de los que se han adueñado de esta plaza pública, nos damos cuenta de que, más allá del cliché, somos una piedra en el camino al autoritarismo y, por ende, baluartes de la democracia”. Dicho esto, y a modo de resumen de resumen, los cambios en la política argentina no vienen de la mano ni de los partidos ni de los referentes políticos derivan de la cultura digital que atraviesa a la sociedad y fundamentalmente de las nuevas generaciones.

La charla esperada

Atrás quedaron las elecciones y la vida institucional continúa. En la provincia la vida económica nos diferencia del resto del país por la que es su principal activo, la energía. Y fue por la energía (GNL) que dos de los principales referentes de la política local viajaron esta semana que pasó a Brasil.

La charla que muchos curiosos de la política esperaban era entre Rolando Figueroa y Mariano Gaido. Las figuras sobre las que se especula que recaerá el reparto de poder en las próximas elecciones. 

La charla existió y entre ambos hubo algunas coincidencias respecto de lo sucedido y en menor medida acerca de cómo debe recuperarse del impacto electoral. Más allá del hermetismo de lo conversado las expectativas están centradas en cuales serán los cambios que efectuará el titular del Ejecutivo provincial.

En la misma conferencia de la noche de la derrota entre sus dichos Rolando Figueroa indicó que seguirá contando con su Jefe de Gabinete de Ministros, Juan Luis Ousset. 

Se va al Senado Julieta Corroza y su presencia en el Gabinete y en el armado provincial es de un peso considerable, por historia y confianza política. Su área ministerial representa un amplio campo que tiene que ver con lo territorial, con las políticas públicas que vinculan al gobierno con amplios sectores sociales y con la delicada relación que siempre implica el espacio ideológico de las políticas de género y derechos humanos. 

Qué va a pasar aquí, quién o cuántas personas (si decide desdoblar el ministerio) podrán tener esa confianza con Rolando Figueroa. El interrogante es amplio, pero mucho más amplio es develar la incógnita de saber hasta donde esta dispuesto el principal referente de la Neuquinidad a llevar adelante cambios trascendentes y no solo cosméticos.

La importancia de conocer esta decisión consiste en qué lo que haga dependerá de recuperar la confianza electoral. La demostración de su capacidad de autocrítica, de no refugiarse en la “nacionalización de la elección” que existió y aceptar que también hubo sectores que compartieron el triunfo de abril de 2023 que esta vez no sintieron esa noción de cercanía que supo lograr cuando ganó la gobernación.

Lo que viene es la batalla del 2027, ahí subirá al ring en primera persona y es conocida su capacidad de armador político y su carisma; pero los pasos de estos días en la reconstrucción del gobierno son una oportunidad para construir confianza e inspirar ilusión entre propios y ajenos.

Nadie sale ileso de una contienda electoral, en los pasos posteriores el mensaje que se envía a la sociedad es clave para dar a conocer qué se aprendió de la elección. 

De la charla de Río saldrá seguramente cómo sigue la alianza con Mariano Gaido que también fue derrotado en una ciudad que no para de crecer y de los cambios que efectúe en su gabinete de ministro estará el mensaje de como se construirá el camino al 2027.