Jueves 12 de Junio de  2025
PANORAMA POLÍTICO

Todos los fuegos el fuego

Los incendios en la cordillera avivan no solo el debate sobre la falta de políticas ambientales, sino también las llamas de la confrontación política.

Escrito en EDITORIAL el

La novela que da el título a este artículo tiene la autoría de un escritor argentino que ha sido considerado una de las vacas sagradas de la literatura latinoamericana, Julio Cortázar y pretende ser una alegoría con la tragedia ambiental que nos toca vivir en estos tiempos: la del fuego en la cordillera y el fuego del ambiente político en el año electoral.

En la novela todos los fuegos confluyen, en nuestra realidad también. Las crueles imágenes que llegan desde los bosques arrasados por el fuego llevan la discusión pública a la dimensión más egoísta y estrecha de la conducta humana ¿quién es el culpable? Y la respuesta más elemental está en mirar el mundo del desarrollo de un capitalismo desaforado y sus consecuencias sobre el planeta.

Pero el hombre común no quiere como explicación un marco teórico o conceptual y busca en las cenizas humeantes la responsabilidad de los que mandan, del gobierno, sea el que sea. “Piove, porco governo”, sostenía un campesino italiano y aunque el gobierno no tuviera nada que ver con la lluvia, el descontento apuntaba siempre al gobierno.

La función de esclarecer, de convencer, de demostrar, de conseguir adhesiones, de inspirar confianza, es exclusiva del gobierno. Y el Gobierno de la Provincia debe afrontar una batalla desigual con el fuego en la montaña y otra en la opinión pública donde trabaja la oposición con la clara intención de obtener ventajas de la situación

En la política nadie da tregua ni tiene reparos morales a la hora de buscar el poder; y en las últimas semanas se pudo observar claramente cómo funciona. Si hay un lugar donde se puede notar este funcionamiento es en las redes sociales, un perfecto escenario donde queda expuesta la conducta humana. Ni hablar de X (la ex twitter) donde sale a la luz lo peor de lo peor. 

Parados frente al drama del fuego, está claro que el Estado Nacional no tiene desde siempre una política ni clara ni efectiva para librar este tipo de combates. No es de ahora ni es de este gobierno, es la porosidad del Estado frente a los intereses de grupos económicos, ya sea por el interés en la tierra, en los bosques, en la riqueza del subsuelo e incluso en el litoral marítimo donde se expolia nuestra riqueza ictícola. 

La falla de la política es monumental y es en estas situaciones donde más se resalta la corrupción y la venialidad de una clase dirigente que hasta ahora -en 40 años de democracia- lo que mejor ha hecho es proteger intereses corporativos y cobrar peaje por ello.

Esto último también es uno de los motivos de la fuerza de Javier Milei entre la gente. El hartazgo de la mayoría de la sociedad frente a la mentira, el acting de los políticos que dicen lo que no hacen y que solo buscan beneficiarse individualmente. Hagamos abstracción del ejemplo de Milei que mientras dice combatir a la casta, convive y reparte utilidades con ella.

Todo esto en un país que tiene la falla original del federalismo que llega hasta nuestros días, la falta de recursos para combatir incendios de esta magnitud es un problema estructural de la Argentina, y no por la pobreza o la falta de desarrollo. Es por desidia. Porque el interior no existe para quienes están apoltronados en la Capital Federal.

Por todas estas cosas está formada la discusión publica en estos tiempos de incendios pavorosos. Mientras unos cientos de brigadistas luchan a destajo contra el fuego y reciben el reconocimiento ciudadano, otros desde la comodidad de una silla de bar o por qué no, desde el amparo de una banca, sacan ventajas de la situación o al menos lo intentan.

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Mientras el fuego persiste, la vida institucional continúa o vuelven tras el receso estival, los cuerpos colegiados al periodo ordinario. Este 15 le tocó al Concejo Deliberante de la Capital, y en menos de dos semanas, el 1 de marzo, lo hará la Legislatura neuquina. 

En la foto institucional en el Concejo Deliberante su pudo ver al ex gobernador Jorge Sapag en primera línea junto al gobernador Figueroa y a la diputada a cargo de la Legislatura, Zulma Reina. Junto a ellos, el Jefe de Gabinete Juan Luis Ousset y otros invitados. Una instantánea que refleja la inversión de roles y el cambio de manos del poder.

La aparición del ex gobernador Sapag en un acto institucional contrasta con la demanda por parte de afiliados del MPN que reclaman una mayor presencia partidaria en la vida política neuquina. 

La situación institucional del Movimiento es inquietante por lo que ha representado en tantas décadas de dominación de la escena política de la provincia. Y a partir de esta situación surge el interrogante acerca de sí sobrevivirá fuera del gobierno o acaso están esperando ver un Figueroa menos empoderado para intentar el resurgimiento.

Lo que sucede en la cúspide, no refleja lo que se padece abajo la militancia y alguien saldrá a contener. Si se mira en perspectiva histórica, el MPN nunca se fue del poder ni aún cuando gobernaba la dictadura. Solo que ahora los tiempos cambiaron y así como supo construir su momento, Rolando Figueroa sabe que, aunque brilla con luz propia, como toda estrella es parte de una constelación.