Pasada la apertura de sesiones legislativas, donde la formalidad indica que el titular del Ejecutivo haga la presentación de un mix entre una rendición de gestión y anuncios para el nuevo período, toca ahora abocarse a la tarea de gobernar, lo que implica la gestión del Estado y el armado político en un año electoral.
En cuanto a la gestión del Estado, la tarea que enfrenta la administración de Figueroa es muy delicada y compleja. No se trata de lo nuevo versus lo viejo, ni de un modelo político agonal tradicional.
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En estos 15 meses hemos ido conociendo un estilo muy personalista que, apelando a una metáfora deportiva, puede definirse como el “estilo Ali”, en referencia al mítico campeón de los pesos pesados: golpear y abrazar, golpear retrocediendo y mantener siempre la distancia, sin buscar la pelea frontal. Un estilo pragmático que le permite moverse en escenarios que lo benefician. En este caso, la metáfora es muy aplicable a su relación con la estructura del MPN.
Está claro que el viejo partido sobrevivía con el respirador artificial que representaba el poder del Estado y que las “UTIs” (uniones transitorias de intereses) de sus principales referentes fueron vaciando el espíritu y la mística de sus orígenes. Y aquí es donde aparece el complejo y delicado equilibrio: rescatar a quienes mantienen su lealtad a aquellos propósitos y, a la vez, descartar a quienes subvirtieron esos valores. Otra vez la figura de Ali: golpear y abrazar.
La desintoxicación del Estado también ha sido una tarea compleja y delicada, que aún no ha terminado. El desafío es mantener las convicciones ideológicas respecto a la importante función del Estado en el fomento y desarrollo de las regiones de la provincia, diferenciándose de su apropiación por parte de intereses particulares o de la burocracia partidaria al servicio de unos pocos.
En el libro "El desafío de las naciones", Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson —ganadores del Nobel de Economía 2024— argumentan que “el progreso económico de una nación depende en gran medida de la calidad de sus instituciones". "Las instituciones inclusivas, que permiten la participación y el acceso equitativo a oportunidades, generan crecimiento y estabilidad, mientras que las instituciones extractivas, que concentran el poder y los recursos en una élite, perpetúan la pobreza y el subdesarrollo”. Cualquier parecido con la realidad es mera casualidad, aunque pareciera haber sido escrito para describir el pasado reciente.
La transformación del Estado no pasa simplemente por exonerar empleados públicos incumplidores ni por ahorrar en café o papel higiénico, sino por controlar el enorme flujo de recursos que se evaporan en la propia cara de quienes deben velar por la transparencia en su manejo. Esto estuvo presente en el discurso del gobernador en la Legislatura, con ejemplos concretos de lo que se gastaba en salud pública en la compra de suero y agujas. También lo mencionó en anteriores ocasiones al referirse al costo por kilómetro de asfalto y a la convocatoria a nuevas empresas prestatarias de servicios.
A Figueroa le toca hacer con el Estado —salvando las claras distancias misionales— lo que Francisco intenta hacer con la Iglesia católica: reformar una institución que lo precede, cargada de vicios y defectos, y a la vez, sin renunciar a su fe en ella, promover reformas profundas. Quienes pierden sus privilegios bombardean los cambios, y las mejoras no siempre son perceptibles de inmediato. Lo inmediato es enemigo de lo importante.
La relación con las operadoras
La reunión con las principales operadoras de Vaca Muerta tuvo como prioridad número uno la culminación de la Circunvalación de Añelo, una arteria clave en el corazón del yacimiento cuya ampliación es vital para su desarrollo. En este punto, el gobernador neuquino consideró que la obra representará un “win-win”, tanto para la provincia como para las compañías, al permitirles generar un ahorro anual de 50 millones de dólares y descomprimir el congestionado tránsito de la zona.
Sobre este tramo en particular, diez operadoras se comprometieron a finalizar los 60 kilómetros de ruta que restan. De esta forma, se completaría el bypass de la Ruta 7, que incluiría la pavimentación de la Circunvalación de Añelo —ubicada entre las rutas 8 y 17—, permitiendo así contar con una traza alternativa para el corredor petrolero.
Las operadoras acordaron financiar el 80% del costo de construcción de la obra, que demandará unos 60 millones de dólares. El 20% restante estará a cargo de la provincia.
De la reunión participó parte del gabinete, así como el secretario general de Petroleros, Marcelo Rucci, quien reclamó que las empresas prioricen la contratación de mano de obra local, ya que actualmente importan trabajadores de Santa Cruz, Chubut y Mendoza, en detrimento de los neuquinos.
La presencia de la ministra de Educación, Soledad Martínez, acompañando al gobernador Figueroa, sirvió para reforzar el reclamo de la provincia a las empresas para que aumenten los fondos destinados a beneficiar a más estudiantes y mejorar los montos de las becas del programa Gregorio Álvarez.
El gobierno tiene trazado un camino para concretar su idea de una provincia con inclusión y progreso, adaptándose a los nuevos tiempos. De su lado están los entusiastas que impulsan el cambio y, enfrente, aquellos que añoran el pasado. Así se debate entre el futuro y la melancolía.