Ayer se celebró un nuevo Día del Periodista en Argentina. Como se sabe, esta celebración es un homenaje tanto al creador de la Gazeta de Buenos Aires como a la primera publicación de ese periódico.
La primera publicación fue el 7 de junio de 1810, establecida por un decreto de la Junta que creó el nuevo periódico semanal titulado Gazeta de Buenos Ayres, con el objetivo de informar al público sobre noticias exteriores e interiores de interés.Moreno, quien encabezó La Gazeta, fue uno de los primeros redactores junto a Manuel Belgrano y Juan José Castelli. Moreno pertenecía al grupo más comprometido con la firme defensa de la Revolución y la lucha contra el dominio español, hasta lograr su total expulsión y derrota.
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En estos tiempos de cambios y modificaciones tan profundas, con el advenimiento del mundo digital, la profesión vive momentos muy difíciles, con cuestionamientos legítimos que surgen de estos cambios y del oportunismo de ciertos factores de poder que pretenden consagrar la docilidad y la subordinación de la prensa crítica.
En medio de esta dinámica, la dialéctica entre lo que imponen los nuevos tiempos y lo que se conoció como el cuarto poder que quedó atrás, el periodismo vive su refundación, adaptándose a lo que trae consigo la revolución tecnológica de este siglo.
Desde que surgieron las primeras formas de organización social, el hombre gregario tuvo la necesidad de preguntar y contar, y cuando se conocieron las formas de gobierno, este tuvo la necesidad de difundir. No siempre ha sido una relación armoniosa: el poder ama el secreto y la prensa, revelarlo.
La neuquinidad al palo
Las formas que demanda el sistema electoral son un requerimiento importante y, en tal sentido, el Frente Neuquinizate ha dado un paso adelante al lograr concretar su constitución legal. Es cierto que en la foto de familia donde se presentan los integrantes, la mayoría de las caras resultan conocidas y están integradas en la gestión de gobierno.
El instrumento electoral es un paso que da continuidad a la construcción política que viene llevando adelante Rolando Figueroa desde que en diciembre pasado, en San Martín de los Andes, juntara a todos los socios y le delegaran la facultad de ser el decisor clave en las candidaturas que llevarán al Congreso de la Nación. Cada paso, cada puntada lleva la impronta del gobernador.
La constitución de La Neuquinidad contó con la participación del partido Comunidad, representado por Julieta Corroza; Arriba Neuquén, por Gisselle Stillger; Avanzar Neuquén, por Lucas Castelli; Nuevo Compromiso Neuquino, Marlene Velásquez; el Partido Frente Grande, con la ministra Soledad Martínez; el Partido Socialista estuvo representado por José Villian; el PRO, por Leticia Esteves y Marcelo Bermúdez; y Unión Popular Federal, por Carlos Enrique Sánchez. A estas fuerzas hay que sumarle corrientes políticas como el peronismo disidente, de conducción de Darío Martínez y Oscar Parrilli, que ya se pronunciaron hace un mes en Mariano Moreno.
Si a esto que se anunció en las últimas horas se le suman las fuerzas provenientes del campo sindical y lo que ha sido formalizado extrapartidariamente con cuadros intermedios del MPN, ya hay un esqueleto visible de lo que será el arma electoral del oficialismo para octubre. Para adelante queda la puerta abierta a nuevas convocatorias a la integración de fuerzas y/o figuras individuales que se sumen a la propuesta de más neuquinidad.
¿Existe un verdadero debate?
El decadente espectáculo que brinda cada vez más seguido el Congreso de la Nación nos acerca a un límite de tolerancia ciudadana. Si es que existe ese nivel de conciencia cívica. Lo ocurrido esta semana con el tratamiento del aumento del bono a jubilados puso en relieve la dimensión de formación política y calidad de ciudadanía de nuestros representantes.
La discusión que se vivió en el hemiciclo, en el recinto de los Diputados, fue una muestra de cómo funciona la farsa de las representaciones políticas, porque todos saben cuál es la ruinosa situación del sistema previsional argentino y, por supuesto, que todos los argentinos (me incluyo) conocemos el delicado cuadro social que deben afrontar las familias de los jubilados.
Nadie de los que estaba allí sentado desconoce que no hay una sola posibilidad de que la oposición le imponga al gobierno de Javier Milei un aumento a jubilados que rompa con la decisión de incrementar el gasto público, o como dicen desde el gobierno, romper la disciplina fiscal.
Todos, sin excepción —más aún los políticos con muchos años de rodaje—, conocen que el Parlamento argentino solo puede sacar leyes sobre la base de un consenso entre las principales fuerzas.
Lo de esta semana fue un nuevo acting para reafirmar ante sus electorados las posiciones ideológico-políticas que les blinda el voto; unos sosteniendo que enfrente están los demagogos populistas que fundieron el país, y otros tratando de demostrar la insensibilidad del gobierno libertario.
El porqué de la farsa está claro. Ninguno tiene la solución y, mientras los niveles de representación política sigan estando a esas alturas, menos probabilidad habrá de acercarnos a caminos reales que conduzcan a una solución verdadera.
Algunos divulgadores científicos dicen que la realidad no existe, que es una ficción que se inventa el cerebro humano. Hay un debate entre distintas disciplinas que se refutan entre sí.
Aquí, en nuestro país, hay una realidad que es la que vive la gente, y hay otra que es la que nos quieren contar con los culebrones grotescos que nos presenta la política. Sentido común se busca.