El Estado de Río Grande do Sul, en Brasil, se encuentra en medio de lo que se considera su mayor desastre natural registrado hasta la fecha, provocado por lluvias sin precedentes que generaron el desborde de múltiples ríos y arroyos. Esta situación ocasionó inundaciones masivas, derrumbes de puentes, cortes de rutas, destrucción de viviendas y vehículos arrastrados por las aguas, así como la rotura de represas y cuantiosos daños materiales.
Hasta el momento, se reportó que al menos 13 personas han perdido la vida y otras 21 están desaparecidas a causa de estas intensas lluvias en Río Grande do Sul, en el sur de Brasil. Ante esta situación crítica, se ha declarado el estado de calamidad pública, evidenciando la gravedad y magnitud del desastre.
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El gobernador Eduardo Leite dijo que es una situación como el "mayor desastre natural" enfrentado por el estado, destacando las dificultades para llevar a cabo las operaciones de rescate debido a la persistencia de las lluvias. Esta emergencia generó una movilización masiva de recursos y esfuerzos para asistir a las comunidades afectadas y mitigar los impactos devastadores de esta tragedia natural.