Esta mañana, el papa Francisco emitió un contundente mensaje dirigido a los gobiernos y la dirigencia política global. "Ningún gobierno puede exigir a su pueblo que sufra privaciones incompatibles con la dignidad humana", afirmó enfáticamente durante una audiencia en el Vaticano.
En su discurso, el Sumo Pontífice destacó la grave situación que enfrentan los países del sur del mundo debido a la crisis de deudas. "Después de una globalización mal administrada, después de la pandemia y de las guerras, nos encontramos frente a una crisis de deudas que afectan principalmente a los países del sur del mundo, generando miseria y angustia, y despojando a millones de personas de la posibilidad de un futuro digno", señaló.
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Las declaraciones de Francisco se produjeron en el marco de una conferencia titulada "La Crisis de la Deuda en el Sur Global". En este evento, el Papa llamó a una "responsabilidad compartida" entre los prestamistas y los prestatarios. Abogó por la creación de un "mecanismo multinacional, basado en la solidaridad y la armonía de los pueblos", que tenga en cuenta las "implicaciones económicas, financieras y sociales" del endeudamiento.
"La ausencia de este mecanismo favorece el 'sálvese quien pueda', donde pierden siempre los más débiles", subrayó. Enfatizó además que "la deuda ecológica y la deuda externa son dos caras de una misma moneda".
El mensaje del papa Francisco resuena particularmente en el contexto de las políticas de ajuste económico implementadas por el Gobierno de Javier Milei en Argentina. Estas políticas, centradas en mantener un equilibrio fiscal, han generado una significativa retracción del consumo y del empleo. Su intervención también coincide con la reciente polémica en Argentina por el acopio de alimentos próximos a vencer en dos depósitos del Ministerio de Capital Humano. Esta situación aumentó las críticas hacia las políticas gubernamentales en un país donde la pobreza sigue siendo una preocupación central.