La fiscalía a cargo de Eduardo Taiano confirmó que la muerte del fiscal Alberto Nisman fue un homicidio, vinculado directamente a su trabajo en la Unidad Fiscal AMIA (UFI-AMIA) y su denuncia contra el Memorándum de Entendimiento con Irán. Esta conclusión se presentó en un informe de 56 páginas, a pocos días de cumplirse el décimo aniversario del hecho. Las conjeturas están, solo faltan las pruebas.
Según el documento, la colaboración de los servicios de inteligencia con Nisman sufrió un cambio significativo a partir de 2010, bajo la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. La fiscalía sostiene que el Poder Ejecutivo ordenó cesar la colaboración en la investigación del atentado a la AMIA, lo que fracturó las relaciones entre sectores de inteligencia. Este contexto se enmarca en el giro de la política exterior hacia Irán y la posterior firma del Memorándum, cuya inconstitucionalidad Nisman buscó sostener.
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Medidas en curso para esclarecer el crimen
El equipo de Taiano trabaja en identificar a los autores materiales e intelectuales del asesinato. Entre las medidas tomadas, destacan nuevas solicitudes a empresas telefónicas para analizar más de 100 líneas vinculadas al caso. Además, se investigan posibles irregularidades en el procedimiento realizado en el complejo Le Parc tras la muerte de Nisman, imputando a altos funcionarios, como Sergio Berni y Román Di Santo.
A 10 años, la búsqueda de justicia continúa
Alberto Nisman fue encontrado muerto el 18 de enero de 2015, cuatro días después de denunciar a la entonces presidenta Cristina Kirchner por encubrimiento agravado en la causa AMIA, con un disparo en la cabeza, en el baño de su departamento del edificio Torre Boulevard del complejo Torres Le Parc, en el barrio de Puerto Madero donde vivía. El disparo fue realizado con una pistola perteneciente a un subordinado suyo, el especialista informático Diego Lagomarsino. Inmediatamente se inició una investigación para determinar la causa de la muerte, en la cual se produjeron pericias que arrojan conclusiones contradictorias.
En 2015 el Cuerpo Médico de la Corte Suprema informó que no encontró indicios que confirmaran la hipótesis del homicidio.
En 2017 Gendarmería Nacional realizó una nueva pericia sosteniendo que fue asesinado en el baño por dos hombres que previamente lo golpearon y drogaron. Ese mismo año la justicia de investigación consideró que "prima facie" Lagomarsino tenía responsabilidad en la muerte de Nisman y decretó su procesamiento.
En 2018, la Cámara Criminal y Correccional Federal, aún sin que se abriera a juicio el hecho, sostuvo que se trató de un asesinato, y afirmó que el motivo del mismo fue la denuncia que hizo el 14 de enero de 2015 como titular de la Unidad Fiscal AMIA contra Cristina Kirchner y funcionarios de su gobierno.
En 2019, aún antes de concluir la investigación y sin que se elevara la causa a juicio, la justicia afirmó haber probado también "prima facie" que fue asesinado de un disparo en la cabeza.
Hacia 2025, y a casi diez años de su muerte, la justicia aún no cerró la investigación ni tomó la decisión de iniciar un juicio para establecer la verdad.