El episodio tuvo lugar el 17 de enero, cerca de las 20:00, cuando el acusado abordó a la víctima exigiéndole que entregara su teléfono móvil. Ante la negativa, se produjo un forcejeo durante el cual el hombre habría sacado de su riñonera un arma calibre .22 y disparado al menos en dos ocasiones con la aparente intención de matarla. La mujer resultó con lesiones graves, incluyendo una fractura de clavícula y una herida en el cuello. A pesar de esto, logró alertar al 911, lo que permitió a la policía interceptar al agresor en las inmediaciones. En su poder se encontraba el arma utilizada en el ataque.
Durante la audiencia, el Ministerio Público presentó pruebas que incluyeron testimonios de los policías que actuaron en el lugar, informes del Gabinete de Criminalística sobre el arma secuestrada, visualización de cámaras de seguridad y certificados médicos que confirmaron la gravedad de las lesiones sufridas por la víctima. También se destacó que el imputado cuenta con antecedentes penales, lo que refuerza el pedido de prisión preventiva para evitar posibles interferencias en la investigación.
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La defensa penal pública, por su parte, rechazó la calificación legal de los hechos y propuso medidas alternativas a la prisión preventiva. Sin embargo, la jueza interviniente imputó al joven por los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego en concurso ideal con portación de arma, dictando la prisión preventiva por el plazo de cuatro meses debido al riesgo procesal de entorpecimiento de la causa.