La causa por el triple crimen narco en Florencio Varela sumó una prueba clave: imágenes de una cámara de seguridad confirman que Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, se reunió con Lara Gutiérrez, una de las víctimas, días antes del asesinato. Este nuevo dato refuerza la hipótesis judicial de que el crimen no fue al azar, sino parte de una red delictiva vinculada al narcotráfico.
La reunión registrada en una cámara de seguridad
El encuentro ocurrió el 6 de septiembre, cuando “Pequeño J” y la adolescente de 15 años fueron captados en un local de comida rápida, acompañados por otras dos personas: un hombre y una mujer cuya identidad aún no fue confirmada. La imagen, ya incorporada a la causa judicial, demuestra que el presunto autor intelectual conocía a la víctima, lo que descarta la teoría de un ataque al azar y da fuerza a la hipótesis de un crimen planificado tras un conflicto interno en la banda.
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Actualmente, Valverde Victoriano se encuentra detenido en Perú, a la espera de ser extraditado a la Argentina, donde enfrenta cargos por homicidio agravado.
Nuevas pruebas complican a un detenido clave
Además del video, el expediente incorporó en las últimas horas una serie de audios y mensajes que complican la situación de Víctor Lázaro Sotacuro, conocido como “El Chato”. El hombre, uno de los nueve detenidos, alquilaba una cochera en el barrio porteño de Bajo Flores, donde se guardaban los vehículos usados por la banda.
Según la investigación, Sotacuro habría actuado como nexo logístico, trasladando tanto a las víctimas como a los sicarios que las asesinaron. En uno de los audios clave, la pareja del acusado le confesó a un vecino: “El Chato se mandó una cagada. Le hizo de remís al ‘Tarta’ y se llevaron a las tres pibas que mataron”. También intentó justificarlo: “Capaz él no sabía que las iban a matar”.
Mensajes previos a la fuga
Poco después del crimen, Sotacuro intentó huir del país. En un mensaje enviado a su pareja, aseguró: “No te preocupes, ya prendí fuego la camioneta”, en referencia al vehículo blanco utilizado para trasladar a las víctimas. La mujer, por su parte, también dejó constancia de su propia fuga: “Ya crucé a Bolivia. No quería irme en colectivo”. Finalmente, Sotacuro fue arrestado el 26 de septiembre en un hostal de Villazón, tras cruzar la frontera desde Jujuy. Fue trasladado al día siguiente al aeropuerto de Ezeiza.
Buscan a los dos presuntos sicarios
En paralelo, la Justicia busca a dos hombres de nacionalidad peruana, de 39 y 45 años, señalados como los autores materiales del triple homicidio de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15). Ambos habrían huido a José C. Paz tras cometer el crimen. Según el expediente, no tienen antecedentes en Argentina, pero viajaron al menos ocho veces fuera del país y comparten el mismo apellido.
Se sospecha que los sicarios torturaron y asesinaron a las jóvenes dentro de una casa en Florencio Varela, para luego escapar embarrados y con manchas de sangre, llevando bolsas con objetos sustraídos. Habrían usado un vehículo vinculado a Sotacuro y, antes de desaparecer, le advirtieron que “se callara la boca”, o también irían por él.
Conexiones, celulares y el rol de “Pequeño J”
Tras el crimen, los sicarios se habrían reunido con “Pequeño J” en José C. Paz, donde este se llevó tres teléfonos celulares antes de fugarse hacia Bolivia y luego a Perú. Actualmente, la Justicia analiza siete celulares pertenecientes a los nueve detenidos, entre ellos Matías Ozorio, Miguel Villanueva Silva, Florencia Ibañez y Daniela Iara Ibarra.
Estado actual de la causa
Con “Pequeño J” detenido en Perú y la búsqueda activa de los presuntos sicarios, la Justicia continúa avanzando en la reconstrucción del crimen. Todos los implicados ya fueron identificados y quedaron a disposición judicial, mientras se espera la extradición del principal sospechoso y el análisis completo del contenido de los teléfonos incautados.