La justicia federal de Río Negro imputó a 21 personas de nacionalidad rusa apuntadas como parte de la organización criminal que, con fines de trata y reducción a la servidumbre, captó a una joven de 22 años también oriunda de ese país. En la Sede Fiscal Descentralizada de San Carlos de Bariloche, a cargo del fiscal general Fernando Arrigo, quien actúa junto a los auxiliares fiscales Gustavo Revora y Tomás Labal, explicaron que el origen de la investigación fue cuando la víctima el 21 de marzo pasado dio a luz a un bebé en un hospital de esa ciudad rionegrina.
Según la fiscalía, el aparente objetivo era anotar al recién nacido como hijo del sindicado jefe de la secta Ashram Shambala, Konstantine Rudnev para que este imputado pueda adquirir la nacionalidad argentina mientras elude un pedido de captura de la República Montenegrina.
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La fiscalía aclaró que del total de imputados, solo 13 permanecen detenidos y el resto se encuentra sometido al proceso en libertad con ciertas restricciones. Solo hay dos hombres –entre ellos el presunto líder–, y el resto son mujeres. Todos tienen nacionalidad rusa, aunque a algunos también se les secuestraron pasaportes de otros países, como Brasil y México.
En la audiencia de formalización del caso, que se realizó entre las 16 y las 23 de ayer y que continuaba hoy, la fiscalía sostuvo frente al juez de garantías Gustavo Zapata, que la organización captó, trasladó, y acogió a la mujer con fines de explotación sexual y de reducción a la servidumbre, para lo cual medió engaño —la fachada de un espacio espiritual y de práctica de yoga— y coerción, y se aprovechó la extrema situación de vulnerabilidad de la víctima.
Los fiscales también atribuyeron a una de las mujeres el delito de falsedad ideológica en grado de tentativa, dado que intentó modificar la partida de nacimiento del niño, documento destinado a acreditar la identidad en la tramitación del DNI.
La fiscalía también imputó a dos mujeres integrantes de la organización el transporte de estupefacientes desde Bariloche a la Ciudad de Buenos Aires, a raíz de que se hallaron en su poder frascos con pastillas de cocaína en el momento en que, junto a otros acusados, fueron detenidas el viernes pasado en el aeropuerto de San Carlos de Bariloche, cuando estaban a punto de tomar un avión hacia Capital Federal.
Konstantine Rudnev, el líder de la organización
Durante la audiencia de formalización de la investigación, Arrigo afirmó que Konstantine Rudnev, el líder de la organización fue condenado a 11 años de prisión por abuso sexual en Rusia y que huyó de la República Montenegrina, donde era buscado desde el 9 de octubre pasado.
El fiscal sostuvo que, con la maniobra que involucró a la víctima embarazada y a su hijo, este imputado intentó obtener la nacionalidad argentina para posteriormente pedir la residencia brasileña y, de esa forma, poder vivir de manera permanente o temporaria en estos dos países, donde la organización estaba consolidando su asentamiento.
Rudnev está detenido en la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal, ubicada en la ciudad de Rawson, Chubut, mientras que tres mujeres permanecen alojadas en el penal porteño de Villa Devoto y otras nueve personas, en distintas dependencias policiales de Bariloche.
Trata de personas: cómo persuadió Rudnev a su nueva víctima
Según el testimonio de la víctima, Rudnev fue quien se encargó que una de las imputadas la traiga desde Moscú a la Argentina, solventando los gastos del traslado. Al respecto, la Dirección de Migraciones confirmó que las dos mujeres viajaron el mismo día e ingresaron al país en la misma fecha, el 9 de enero, y en el mismo vuelo, y que fueron atendidas por el mismo control migratorio con diferencia de un minuto.
La fiscalía indicó que primera acción típica desplegada por la organización trasnacional criminal fue la de captar a la víctima vulnerable, como primer momento en el proceso de la trata de personas. “Se conquista con medios engañosos la voluntad de otra persona humana para explotarla con alguna finalidad”, sostuvo Arrigo en la audiencia.
Explicó que para ello la organización aprovechó “la situación de vulnerabilidad de la víctima” al afirmar que se encontraba “sola, en un país que no conoce el idioma, sin sustento económico, ni libertad ambulatoria, ni libertad de comunicación”. En esa línea, “la víctima tiene viciada su voluntad, por esa razón, accede”, sostuvo Arrigo y agregó que “nunca es válido el consentimiento dado a una situación de esclavitud y, en ningún caso el derecho debe validarlo”.
Secta rusa en Bariloche: el modus operandi
La fiscalía sostuvo que, del análisis de audios, mensajes de texto, fotografías y videos obtenidos a partir de la apertura de los teléfonos celulares de los imputados, se comprobó el “modus operandi” de la organización.
En este sentido, el fiscal reveló que “se autorizaban las raciones de comida, de compras de diversos productos y se disponían ayunos obligatorios como forma de castigo”. Destacó que en los allanamientos realizados se secuestraron vajillas con nombres, botellones de agua que se encontraban rotulados y se comprobó que el cuarto en el que se almacenaban los alimentos se encontraba bajo llave.
Allanamientos: ventanas tapadas y colchones en el piso, las similitudes de las habitaciones alquiladas
A partir de la denuncia, la Sede Fiscal Descentralizada de Bariloche realizó distintos allanamientos en los que se secuestraron una gran cantidad de documentos, entre los cuales había algunos poderes generales firmados por el líder de la organización.
Todas las propiedades alquiladas por la organización se encontraron en similares características: con las ventanas tapadas y colchones en el piso en lugares amplios como salones o comedores. En ellas se hallaron ropa erótica, pelucas y, en algunos casos, hongos que está siendo peritados ante la sospecha de que sean del tipo alucinógeno.