Domingo 2 de Noviembre de  2025
SE ARMA EL PANORAMA

Con un pie afuera del Gobierno, Macri le tiró a Milei después de su reunión en Olivos

En los hechos, Milei ya gobierna sin necesidad del sostén político del PRO. La reciente victoria legislativa y el respaldo internacional le otorgan margen para avanzar con su hoja de ruta sin consultar al expresidente.

Escrito en POLÍTICA el

La tregua entre Mauricio Macri y Javier Milei parece haber llegado a su fin. Tras un encuentro reservado en la Quinta de Olivos, el expresidente publicó un extenso hilo en X donde, sin mencionarlo directamente, lanzó una crítica abierta a las decisiones del mandatario y dejó entrever un quiebre en la relación política que ambos construyeron desde la segunda vuelta electoral.

Macri relató que fue invitado a comer por Milei “en agradecimiento por el apoyo que le di en la semana más difícil de su gobierno antes de las elecciones”. Según su versión, la cena buscaba acordar una estrategia para fortalecer los equipos de gestión y encarar la segunda etapa del gobierno, pero las coincidencias fueron pocas. “No logramos ponernos de acuerdo”, resumió el exmandatario.

El detonante habría sido la salida de Guillermo Francos, figura clave para Macri dentro del gabinete. En su mensaje, el fundador del PRO lamentó que se reemplace a “un hombre con capacidad y equilibrio” por “otro sin experiencia”, en alusión al nuevo jefe de Gabinete Manuel Adorni. Y fue más allá: sugirió que Horacio Marín, actual presidente de YPF, era la persona más idónea para ese cargo.

“El jefe de Gabinete es una figura esencial: coordina los equipos políticos y de gestión en torno a una agenda y una estrategia”, escribió Macri, marcando una clara diferencia con la conducción que, a su juicio, se está consolidando en la Casa Rosada.

Una relación cada vez más tirante

El comunicado de Macri no cayó como un gesto aislado. Desde hace meses, el vínculo entre ambos líderes se fue enfriando. Si bien Macri fue uno de los principales sostenes políticos de Milei en la campaña y facilitó parte de su llegada al electorado del PRO, el presidente optó por prescindir de ese apoyo en la práctica, rodeándose de funcionarios sin pertenencia partidaria y marcando distancia del macrismo.

Según fuentes cercanas al exmandatario, las diferencias en la gestión y la falta de “coordinación política real” generaron malestar. Macri ya había advertido semanas atrás que no tenía un contacto fluido con Milei, y que “hace tiempo no lo veía”. Pese a haber respaldado públicamente la necesidad de las reformas estructurales que impulsa el Gobierno, el expresidente reclama mayor previsibilidad y diálogo.

En su publicación, también apuntó a las disputas internas dentro del oficialismo, a las que calificó como “claves en la hoja de ruta del futuro”.

“Lamento esta situación porque, tras el esfuerzo realizado, la revalidación de la gente en las urnas y el apoyo inédito de Estados Unidos, el país se encuentra frente a una oportunidad histórica que no puede desaprovechar”, agregó.

El trasfondo político: apoyo, distancia y disputa de poder

El quiebre tiene más de una lectura. Para algunos analistas, Macri intenta reinstalarse como referente de la derecha institucional, frente a un Milei cada vez más concentrado en un poder personalista. Para otros, se trata de una advertencia: si el Gobierno fracasa, el expresidente no quiere cargar con el costo político de un apoyo sin condiciones.

Durante los últimos meses, el PRO se fue fragmentando entre quienes buscan mantener la alianza con La Libertad Avanza y quienes apuestan por reconstruir identidad propia. En ese tablero, Macri aparece “con un pie afuera del Gobierno”, intentando marcar distancia sin romper del todo.

Lo cierto es que su mensaje público —inusualmente directo para su estilo— deja en evidencia una pérdida de confianza entre ambos líderes. La referencia al reemplazo de Francos y el elogio a Marín también puede leerse como un intento de mostrar que Macri aún conserva figuras técnicas de peso y capacidad de gestión, en contraste con el entorno más ideologizado del presidente.

Una alianza en revisión

Desde Casa Rosada, el mensaje de Macri fue recibido con cautela. Fuentes cercanas al presidente afirmaron que “el vínculo personal sigue siendo cordial”, aunque reconocen que “las diferencias políticas son evidentes”.

En los hechos, Milei ya gobierna sin necesidad del sostén político del PRO. La reciente victoria legislativa y el respaldo internacional le otorgan margen para avanzar con su hoja de ruta sin consultar al expresidente. Pero la tensión deja abierta una pregunta central: ¿se rompió definitivamente la alianza o solo se trata de un nuevo reposicionamiento?

Por ahora, Macri insiste en que no busca cargos ni espacios, pero su comunicado lo muestra más como observador crítico que como aliado. 

En la Argentina de Milei, donde las lealtades cambian con la velocidad del vértigo político, el gesto de Macri marca un punto de inflexión. Ya no es el socio silencioso del proyecto libertario: ahora es la voz que, desde afuera, empieza a medir sus palabras como quien calibra el regreso.

Temas