Juan Grabois fue detenido este sábado tras ocupar el ex Instituto Juan Domingo Perón junto a un grupo de militantes, en un hecho que provocó tensión política y derivó en un operativo de desalojo a cargo de la Policía Federal. La ocupación, que el dirigente definió como “pacífica”, generó el repudio del Gobierno nacional, que denunció un accionar violento y defendió la reciente disolución del organismo.
El hecho ocurrió en el inmueble que albergaba al Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Históricas Juan Domingo Perón, cuya eliminación fue dispuesta por decreto semanas atrás. A través de sus redes sociales, el referente de Patria Grande anunció la acción como una “recuperación” del edificio. “Lo recuperamos del odio gorila”, publicó.
Te podría interesar
“Aquí los antecesores de este gobierno tiraron sus bombas asesinas hace 70 años y el gobierno estafador destruyó las estatuas de nuestros próceres hace siete días”, escribió Grabois, en un mensaje cargado de referencias históricas y políticas.
Desde el entorno del dirigente, aseguraron que la irrupción fue una “ocupación simbólica” con fines de protesta, y denunciaron que no hubo orden judicial de desalojo. Militantes que acompañaban al líder social adelantaron que se movilizarán a la comisaría para exigir su liberación.
Por su parte, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, acusó públicamente a Grabois de “irrumpir con violencia” y compartió un comunicado oficial en el que se justifica la disolución del instituto. Según el parte, el organismo tenía 20 empleados y un presupuesto anual superior a los 400 millones de pesos, sin que se registraran avances en investigaciones.
“A pesar de ser un Instituto de Investigación, todo su presupuesto se destinaba a salarios y servicios básicos”, afirmó el comunicado de la cartera. Además, indicó que tras la clausura del organismo, se inició un proceso de inventario y resguardo del patrimonio histórico, con destino a la Biblioteca Nacional y el Archivo General de la Nación.
El decreto 346/2025 había dispuesto la eliminación del instituto junto con la Comisión Permanente Nacional de Homenaje a Juan Domingo Perón. La medida fue fuertemente cuestionada por el Partido Justicialista, que denunció “persecución ideológica” y solicitó que el PJ quede a cargo de la conservación del patrimonio.