El clima de tensión entre el gobierno de Río Negro y los trabajadores de la salud aumenta cada día. Este miércoles marcó el segundo día de paro de los empleados agrupados en ASSPUR, en busca de respuestas que aún no llegaron por parte del gobierno de Alberto Weretilneck. En ese contexto en el hospital de Viedma, doce médicos han formalizado sus renuncias al servicio de Clínica Médica y Especialidades Clínicas, como respuesta a la falta de atención a sus demandas por parte de las autoridades provinciales.
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Así mismo, en Bariloche, los jefes de áreas del hospital zonal han seguido el mismo camino, presentando renuncias y realizando esta mañana una velatón en el ingreso al edificio. Mientras tanto, en Roca, persiste un acampe que ya suma diez días en el ingreso a la dirección del hospital Francisco López Lima.
La exigencia de una paritaria del sector salud se hace cada vez más fuerte desde la organización gremial, que envió una nota al gobernador y a la ministra de Salud, Ana Senesi, solicitando urgentemente la convocatoria.
La Asociación de Enfermeros de Río Negro también se unió al reclamo, expresando su preocupación por la situación de empobrecimiento y precariedad laboral e institucional que afecta a los trabajadores de la salud en toda la provincia.