La primera semana de octubre comenzará con un nuevo paro en los hospitales de Neuquén, anunciado por el gremio SiProSaPuNe, que representa a los trabajadores de la salud de la provincia. La medida, que se enmarca en el conflicto salarial que ya lleva varias semanas, afectará a todos aquellos que tengan turnos médicos el martes 1 de octubre, ya que se llevará a cabo una retención de tareas en los centros de salud.
El secretario general del gremio, Juan Ferrari, explicó que el paro se realiza para “exigir respuestas concretas” al Ministerio de Salud de la provincia, que aún no ofreció una solución satisfactoria a las demandas salariales del sector. Ferrari subrayó que, si bien se garantizarán las guardias mínimas para atender urgencias, los turnos ambulatorios serán suspendidos.
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Además del paro, los trabajadores de la salud planean movilizarse hacia el Centro de Administración Ministerial (CAM) en la ciudad de Neuquén. La convocatoria está prevista para las 10.30 del martes, en busca de visibilizar el reclamo y presionar al gobierno provincial para que ofrezca una propuesta concreta que ponga fin al conflicto.
El nivel de adhesión al paro varía según los hospitales. “En Plottier es prácticamente el 100% en casi todos los servicios”, indicó Ferrari, y mencionó que incluso áreas como Ingeniería y bioingeniería se han sumado a las medidas de fuerza. Sin embargo, en el hospital central Castro Rendón la situación es distinta, ya que la adhesión es “muy variable” debido a la presencia de trabajadores sin dedicación exclusiva.
Una de las principales controversias dentro del conflicto salarial es el denominado ítem arraigo, que el gobierno provincial implementó para ciertos profesionales, como médicos y odontólogos del interior. Ferrari aclaró que, aunque desde el gobierno se insinúa que el gremio está en contra de este ítem, en realidad lo consideran un “aumento encubierto” que no mejora de manera efectiva la situación del personal de salud en su conjunto.
“El problema es que se han incorporado decenas de trabajadores sin dedicación exclusiva y con pluriempleo, lo que afecta la calidad de atención en el sistema de salud pública”, criticó Ferrari, quien también destacó que, aunque el número de empleados en la planta de salud ha crecido, esto no necesariamente se traduce en una mejor calidad del servicio.