El esperado viaje de egresados de los estudiantes de la Escuela Virgen de Luján de Centenario tuvo un inicio accidentado debido a una serie de irregularidades detectadas en los choferes y el colectivo contratado para el traslado. La situación generó tensiones entre padres, alumnos y la empresa Travel Rock, responsable del servicio.
Inspectores municipales que realizaron un control previo constataron que los dos choferes iniciales no contaban con la categoría D3 en sus licencias, requerida para el transporte de más de 20 pasajeros. Además, el colectivo carecía de elementos de seguridad básicos como botiquín y balizas portátiles. Ante estos inconvenientes, la empresa intentó resolver la situación enviando nuevos conductores, pero uno de ellos dio positivo en un test de alcoholemia, registrando 0,78 gramos de alcohol en sangre.
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La tensión aumentó en el lugar, ubicado en calle Intendente Pons, donde los estudiantes y sus familias aguardaban con expectativa. Los reclamos se intensificaron cuando la empresa cuestionó la presencia de medios de prensa en el lugar, generando aún más indignación entre los presentes.
Finalmente, cerca de las 7 de la mañana del sábado, llegó un nuevo colectivo con choferes habilitados, lo que permitió iniciar el tan esperado viaje hacia Bariloche. Desde la dirección de Tránsito y Transporte, el director Carlos Torres destacó la importancia de estos controles para garantizar la seguridad de los pasajeros y evitar situaciones de riesgo.