Val Kilmer, uno de los rostros más emblemáticos del cine de los años 90, murió este martes a los 65 años. La noticia fue confirmada en las primeras horas del miércoles por diversos medios estadounidenses. Según informó The New York Times, su hija Mercedes Kilmer indicó que la causa del fallecimiento fue una neumonía. El actor venía enfrentando serios problemas de salud en los últimos años, incluyendo un cáncer de garganta que le fue diagnosticado en 2015 y que le dejó secuelas permanentes, como la pérdida de la voz tras múltiples traqueotomías.
Nacido en Los Ángeles el 31 de diciembre de 1959, Val Kilmer inició su carrera en 1984 con Top Secret! y rápidamente alcanzó fama mundial con su papel de “Iceman” en Top Gun (1986), dirigida por Tony Scott. Su carisma, presencia física y versatilidad lo convirtieron en una figura destacada del cine comercial de la época. En 1991 interpretó a Jim Morrison en The Doors, dirigida por Oliver Stone, consolidando su prestigio como actor de biopics y dramas intensos. Luego, en 1995, dio vida a Bruce Wayne en Batman Forever, un papel que lo acercó a nuevas audiencias y lo reafirmó como estrella de primer nivel.
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Además de sus personajes más icónicos, Kilmer participó en películas como Willow (1988), Billy the Kid (1989), Heat (1995) y El Santo (1997). En Heat, dirigida por Michael Mann, compartió pantalla con figuras como Al Pacino y Robert De Niro, destacándose a pesar de tener un rol secundario. Su capacidad para moverse entre géneros, del drama al suspenso o la acción, lo convirtió en un actor muy solicitado durante la década de los 90. Más adelante, apareció en cintas como Déjà Vu (2006), con Denzel Washington, aunque su presencia en la industria comenzó a reducirse.
La lucha contra el cáncer y su emotiva despedida
Su salud fue motivo de preocupación durante la última década. En 2020, Kilmer reveló públicamente su diagnóstico de cáncer en su autobiografía I’m Your Huckleberry: A Memoir. “De repente, me desperté vomitando sangre. Cubría la cama como en una escena de El Padrino”, escribió en sus memorias. A raíz del tratamiento, perdió la voz y se alejó de los sets de filmación. No obstante, tuvo una emotiva reaparición en Top Gun: Maverick (2022), donde volvió a interpretar a “Iceman”, esta vez como amigo del personaje de Tom Cruise. “Era como estar viendo a ‘Iceman’. Me puse a llorar. Me emocioné. Es un actor enormemente brillante y adoro su trabajo”, expresó Cruise en 2023.