El Gobierno nacional está considerando modificar la traza del segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner, un proyecto clave para aumentar la capacidad de transporte de gas desde la formación de Vaca Muerta. La propuesta contempla cambiar el trayecto inicialmente previsto entre Salliqueló, en Buenos Aires, y San Jerónimo, en Santa Fe, por un recorrido alternativo que uniría Chacharramendi, en La Pampa, con La Carlota, en Córdoba.
Aunque el cambio aún no fue confirmado oficialmente, fuentes del Gobierno indican que los técnicos están evaluando esta modificación por los beneficios potenciales que ofrece. Entre ellos se incluyen una reducción significativa en la inversión total y una simplificación en la construcción del ducto. La nueva traza formaría una "Y" que se integraría de manera más eficiente con la infraestructura existente, especialmente con la Reversión del Gasoducto Norte, optimizando el flujo de gas en la región y reforzando la seguridad del suministro.
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La conexión con La Carlota es vista como una mejora operativa importante, ya que facilitaría la integración con el Gasoducto Centro Oeste. Esto permitiría un mejor aprovechamiento de la capacidad instalada y la posible expansión futura del Gasoducto Norte. La nueva configuración abriría oportunidades para la exportación de gas hacia países vecinos y garantizaría un suministro más estable al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Sin embargo, esta propuesta no está exenta de controversia. Algunos críticos sugieren que el cambio podría ser un nuevo ataque de la administración central de Javier Milei al gobernador bonaerense Axel Kicillof, dado que la nueva traza evitaría pasar por la provincia de Buenos Aires. Este aspecto político añade una capa de complejidad a la discusión sobre el gasoducto.
En términos de infraestructura, el tramo ya construido entre Chacharramendi y Salliqueló, de casi 300 kilómetros, se integraría en la nueva traza. Esta configuración es compatible con los planes de ampliación presentados por Transportadora de Gas del Sur (TGS) bajo el Régimen de Inversiones en Gas Natural (RIGI). Las plantas compresoras previstas permitirían una capacidad de transporte de hasta 35 millones de metros cúbicos por día en la ruta sur y hasta 40 millones de metros cúbicos diarios en la ruta norte con futuras mejoras.