El Oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) alcanzó este 1° de noviembre un nuevo hito clave al completar la última soldadura automática del ducto que conectará la formación neuquina con la Terminal Portuaria de Punta Colorada, en Río Negro. La obra, de 437 kilómetros de extensión y 30 pulgadas de diámetro, permitirá despachar crudo de Vaca Muerta hacia el Atlántico y consolidar el megaproyecto exportador argentino.
Una obra estratégica para la energía nacional
El VMOS, considerado el proyecto de infraestructura energética más importante de los últimos 50 años, implicó una inversión superior a los USD 3.000 millones. Su primera fase permitirá transportar 180.000 barriles diarios de petróleo, con una capacidad final proyectada de hasta 550.000 barriles por día. Se prevé que entre en operación durante el último trimestre de 2026, impulsando exportaciones por unos USD 15.000 millones adicionales para la Argentina.
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El tramo final de la soldadura se realizó en el ingreso a la terminal portuaria, donde se almacenará el petróleo para su carga en buques. La etapa se desarrolló bajo la ejecución de la UTE Techint–Sacde, que alcanzó récords de productividad en octubre con 175 uniones en una sola jornada, equivalentes a más de 4 kilómetros de avance en línea regular.
Desafíos técnicos y despliegue humano
El CEO de VMOS, Gustavo Chaab, destacó que el proyecto implicó la concreción de 76 cruces especiales de rutas y arroyos, el traslado de más de 200 equipos pesados y la operación de tres campamentos móviles a lo largo de la traza. En la estepa rionegrina se instalaron tres bases operativas con capacidad para más de 2.100 trabajadores, distribuidos en turnos rotativos de 28 por 7 días.
Cada obrador incluye dormitorios, comedores, talleres, oficinas, espacios de recreación y servicios médicos, además de bases logísticas y acopio de materiales. La obra priorizó la contratación local en acuerdo con el gobierno de Río Negro, generando un impacto económico positivo en las localidades cercanas.
Próximas etapas del VMOS
Con la línea regular ya unida, la construcción continuará con el soterramiento de los últimos tramos del oleoducto a dos metros de profundidad, garantizando estabilidad y seguridad ambiental. También se ejecutarán pruebas de ultrasonido y escaneo para certificar la integridad de las soldaduras, junto con trabajos de empalme y la superación de cruces críticos.
En paralelo, se construyen dos tanques de almacenamiento en Allen y seis en la terminal de Punta Colorada —cada uno de 120.000 metros cúbicos—, considerados los más grandes del país. El ducto se extenderá nueve kilómetros mar adentro hasta conectar con dos monoboyas subacuáticas que permitirán cargar buques tipo Very Large Crude Carrier (VLCC) con capacidad de dos millones de barriles cada cuatro días.