Un pedido sencillo que provocó un fallo insólito. Todo comenzó con una pregunta aparentemente inocente: “¿Cuál es el emoji del caballito de mar?”. En lugar de ofrecer una respuesta inmediata, ChatGPT inició una secuencia interminable de errores, contradicciones y repeticiones. Durante varios intentos, el sistema confundió el hipocampo con otros íconos marinos como el coral o el pez, sin lograr resolverlo.
El resultado fue una conversación tan absurda como insólita, que dejó en evidencia cómo las IA pueden enredarse en tareas que para una persona serían triviales.
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Un fallo técnico en la interpretación de Unicode
Según explicaron desarrolladores especializados, la confusión se debe a un error en la interpretación de los caracteres Unicode, el sistema universal que asigna un código único a cada símbolo, letra o emoji.
Cuando ChatGPT intenta procesar ciertos emojis, como el del caballito de mar, puede entrar en un bucle si el renderizado no coincide con la base de datos del modelo.
Este tipo de fallos no afecta la seguridad ni el rendimiento general, pero sí pone en evidencia lo complejo que es el manejo de símbolos visuales en entornos de lenguaje natural.
Inteligencia artificial y el lado humano del error
Lo curioso del episodio es que la respuesta del modelo imitó una conducta humana bajo estrés: insistir, confundirse, corregirse y volver a errar.
Para muchos usuarios, el error resultó más fascinante que frustrante, ya que mostró que incluso una herramienta creada para responder con lógica y precisión puede perder el rumbo ante algo tan simple como un emoji.
El emoji que desató la confusión
Finalmente, el símbolo en cuestión nunca apareció, sin embargo esto nos deja una lección técnica y humorística: la inteligencia artificial, por más avanzada que sea, es falible aún en cuestiones simples, y todavía está aprendiendo a dominar los pequeños detalles del lenguaje digital que los humanos damos por sentados.
