Con la llegada del invierno, ciertas razas de perros pueden enfrentar serias dificultades para adaptarse al frío. Veterinarios advierten que algunas especies, por su contextura física o tipo de pelaje, no están preparadas para las bajas temperaturas y requieren cuidados especiales para evitar enfermedades o malestar.
Las razas más vulnerables al frío
No todos los perros tienen el mismo nivel de tolerancia al invierno. A diferencia de razas como el Husky Siberiano o el San Bernardo —acostumbradas a climas extremos—, existen otras que, por su biotipo, deben ser protegidas cuidadosamente.
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Entre las más sensibles se encuentra el Chihuahua, originario de México. Su pequeño tamaño y pelaje corto lo hacen especialmente propenso a perder calor rápidamente. Durante el invierno, es clave reducir sus salidas y mantenerlo bien abrigado en todo momento.
Otra raza que sufre con el frío es el Pinscher Miniatura. Aunque se desarrolló en Alemania, su cuerpo delgado y su pelo extremadamente corto hacen que requiera abrigo constante y ambientes calefaccionados para mantenerse sano.
El Beagle, el Galgo y el Whippet también están en riesgo
El Beagle, pese a tener un pelaje denso, no cuenta con suficiente protección ante temperaturas muy bajas. Criado originalmente para la caza en Inglaterra, esta raza necesita mantas y lugares cálidos para descansar.
Por su parte, el Galgo y el Whippet, dos razas de contextura atlética y muy poca grasa corporal, son extremadamente vulnerables al frío. Su pelaje corto y su metabolismo los obligan a utilizar ropa de abrigo incluso dentro del hogar, especialmente durante las noches.
Pitbull: pese a que son bastante musculosos, como tienen el pelo corto son propensos a pasar más frío que otras razas. Además, tienen más probabilidades a sufrir afecciones cutáneas, que pueden empeorar cuando se exponen al frío.
Cómo proteger a los perros del frío
Si convivís con una de estas razas o con cualquier mascota que muestre señales de frío, los especialistas recomiendan seguir estas medidas preventivas:
- Usar ropa adecuada: Los abrigos para perros son esenciales, especialmente en salidas al exterior. También puede improvisarse con ropa de hogar.
- Evitar paseos prolongados: Reducí las salidas y evitá los horarios más fríos del día.
- Acondicionar el espacio de descanso: Asegurate de que duerman sobre superficies cálidas y acolchadas, lejos de suelos fríos.
- Ofrecer una alimentación adecuada: En algunos casos, puede requerirse un leve aumento calórico para conservar el calor corporal.
- Controlar cambios de comportamiento: Si el perro tiembla, se acurruca excesivamente o evita moverse, es señal de que necesita más abrigo.
Brindar abrigo, calor y atención puede marcar la diferencia para el bienestar de tu mascota durante el invierno. Ante cualquier duda, lo ideal es consultar con un veterinario.