Jueves 3 de Julio de  2025
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Solteros eternos y narcisistas: qué es y cómo detectar el Síndrome de Simón en hombres mayores de 30

Cada vez más hombres mayores de 30 enfrentan un patrón de inmadurez emocional que complica su vida afectiva y social.

Este síndrome, considerado una versión moderna del síndrome de Peter Pan, surge como respuesta a una sociedad que premia la imagen, el consumo y la inmediatez.
Escrito en VIRALES el

El llamado síndrome de Simón, identificado por el psiquiatra español Enrique Rojas, describe a un perfil cada vez más visible en las consultas psicológicas: hombres que, superada la treintena, muestran dificultades para comprometerse emocionalmente, priorizan el éxito superficial y experimentan un vacío persistente en sus vínculos afectivos.

¿Qué es el síndrome de Simón?

Este síndrome, considerado una versión moderna del síndrome de Peter Pan, surge como respuesta a una sociedad que premia la imagen, el consumo y la inmediatez. Según Rojas, se trata de un fenómeno que se manifiesta principalmente en contextos postindustriales y que impide alcanzar una madurez emocional sólida.
El término “Simón” es un acrónimo que resume cinco rasgos centrales del trastorno:

  • S - Soltería: dificultad para comprometerse y tendencia a mantener relaciones fugaces.
  • I - Inmadurez: incapacidad para asumir responsabilidades y gestionar emociones de forma adulta.
  • M - Materialismo: fuerte apego a lo superficial y al consumo como forma de validación.
  • O - Obsesión con el éxito: búsqueda constante de reconocimiento externo y logros visibles.
  • N - Narcisismo: autoestima inflada, necesidad de admiración y escasa empatía con los demás.

Consecuencias emocionales y sociales

Aunque no se considera un trastorno clínico en sí, el síndrome de Simón puede tener consecuencias profundas en la vida de quienes lo padecen. La imposibilidad de construir vínculos sólidos y el enfoque excesivo en la imagen personal suelen derivar en una sensación de vacío crónico.

Entre los efectos más comunes se destacan:

  • Relaciones superficiales: la falta de compromiso genuino limita los vínculos duraderos, generando soledad emocional.
  • Frustración interna: la búsqueda incesante de éxito y validación rara vez ofrece satisfacción real, lo que puede llevar a episodios de ansiedad o depresión.
  • Dificultades interpersonales: el egocentrismo y la escasa empatía provocan fricciones frecuentes con amigos, parejas y familiares.
  • Estancamiento personal: la evitación de responsabilidades impide el crecimiento en lo profesional y emocional.

Cómo se puede tratar

A pesar de su impacto, el síndrome de Simón es reversible. El trabajo psicológico y el desarrollo personal son claves para superarlo. Entre las estrategias más efectivas se encuentran:
Reconocer los patrones: Identificar comportamientos como el miedo al compromiso o la dependencia de la aprobación externa permite iniciar un proceso de cambio.

Fortalecer la autoestima: En lugar de buscar validación en lo externo, se busca construir una autoimagen basada en valores internos y metas reales.

Aprender a conectar emocionalmente: La apertura a la vulnerabilidad y el compromiso genuino son pasos fundamentales para establecer relaciones sanas.

Buscar ayuda profesional: La terapia individual o de pareja ayuda a comprender las raíces del problema y adquirir herramientas emocionales.

Una oportunidad para crecer

Como explica el doctor Rojas, este síndrome refleja una crisis de madurez emocional típica de los tiempos modernos, pero no es una condición permanente:
“Con autoconocimiento, disciplina y acompañamiento terapéutico, es posible cambiar. La madurez afectiva no llega sola, se trabaja”.

El síndrome de Simón no es un destino, sino una etapa que muchos pueden superar si están dispuestos a mirar hacia adentro y construir vínculos más sanos y auténticos.