Viernes 4 de Julio de  2025
CONSUMO

Cerveza vs. Gaseosa: ¿cuál es más perjudicial para la salud?

Ambas bebidas pueden causar serios daños al organismo, pero una de ellas representa un mayor riesgo en el corto plazo. Mirá cuál es.

“No se trata de demonizar ninguna de estas bebidas”, afirman expertos en nutrición, “sino de comprender que su consumo habitual puede tener consecuencias graves para la salud”.
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¿Qué es más dañino para la salud: una cerveza o una gaseosa? Aunque ambas bebidas son ampliamente consumidas en todo el mundo, los especialistas coinciden en que una de ellas tiene efectos más graves, especialmente si se la consume con frecuencia. El debate entre el impacto del azúcar y el alcohol sigue vigente, pero los datos científicos arrojan una respuesta clara.

Tanto la cerveza como las bebidas azucaradas, como las gaseosas, tienen un fuerte arraigo en la vida cotidiana de millones de personas. En países como Argentina, México o Estados Unidos, el consumo per cápita anual de gaseosas supera los 100 litros. A su vez, la cerveza es una de las bebidas alcohólicas más populares a nivel global, y su consumo excesivo es una preocupación constante para organismos de salud pública.

El impacto del azúcar y el alcohol en el organismo

Las gaseosas contienen entre 30 y 40 gramos de azúcar por lata, lo que equivale a entre siete y diez cucharadas. Esta alta concentración de azúcares simples contribuye al aumento de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, obesidad, caries dentales y problemas cardiovasculares. Un estudio publicado en la revista Circulation estimó que 184.000 muertes anuales están relacionadas con el consumo de bebidas azucaradas, de las cuales 133.000 corresponden a casos de diabetes.

Por otro lado, aunque la cerveza tiene una baja graduación alcohólica, suele consumirse en grandes volúmenes. El problema radica en el alcohol, una sustancia psicoactiva que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no tiene una dosis segura. Su ingesta regular puede provocar daño hepático, trastornos neurológicos, hipertensión y hasta distintos tipos de cáncer.

Efectos inmediatos vs. consecuencias a largo plazo

Uno de los puntos centrales del debate es el tipo de daño que genera cada bebida. Mientras que los efectos nocivos de las gaseosas suelen manifestarse a largo plazo, la cerveza puede tener consecuencias inmediatas, como pérdida de juicio, conductas agresivas, accidentes y dependencia. “No existe una dosis segura de alcohol”, advierte la OMS, desmitificando la idea de que una copa diaria podría ser beneficiosa.

En cambio, el consumo frecuente de bebidas azucaradas afecta de forma progresiva el metabolismo y el sistema endocrino, aumentando silenciosamente el riesgo de enfermedades crónicas con el paso del tiempo.

“No existe una dosis segura de alcohol”, advierte la OMS.

¿Cuál es peor para la salud?

La respuesta depende del patrón de consumo. Ingeridas de forma esporádica y moderada, ni la gaseosa ni la cerveza representarían un riesgo significativo para una persona sana. Sin embargo, los especialistas coinciden en que el alcohol tiene un potencial de daño mayor, especialmente en el corto plazo.

“No se trata de demonizar ninguna de estas bebidas”, afirman expertos en nutrición, “sino de comprender que su consumo habitual puede tener consecuencias graves para la salud”. Por eso, recomiendan evitarlas como parte de la dieta diaria y consumirlas, si se elige hacerlo, de forma ocasional y responsable.

Conclusión

Aunque ambas bebidas presentan riesgos, la cerveza resulta más perjudicial cuando se considera su impacto inmediato en el comportamiento y en órganos clave como el hígado y el cerebro. Las gaseosas, por su parte, acumulan daño a largo plazo, particularmente cuando se convierten en una fuente habitual de azúcar en la dieta. La clave está en la moderación y en tomar decisiones informadas para proteger la salud a lo largo del tiempo.